1º El pago de las indemnizaciones que nos reclamen por los daños materiales que haya realizado nuestro perro en los bienes de otras personas.
2º El pago de las indemnizaciones que nos reclamen por los daños físicos producidos en otras personas derivados de la acción de nuestro perro.
3º El coste de los servicios jurídicos y asesoramiento legal de abogados. que se deriven de las reclamaciones judiciales que nos interpongan motivadas por las acciones de nuestro perro.
El reparto de los incidentes con perros, no es igual en todas las comunidades de España.
En la Comunidad de Madrid se produjeron un 13% de los percances protagonizados por mascotas entre agosto de 2019 y julio de 2020, según un reciente informe de Estamos Seguros. El segundo lugar lo ocupa Castilla y León, un territorio con población dispersa, pero donde se produjo el 12% de los percances. La tercera posición del "ranking" la ocupa el País Vasco, con un 11% de los casos.
Los perros (que son los animales habitualmente asegurados) provocan sobre todo daños materiales y algunos daños personales.
Los daños personales, ya sea a otros perros o personas, son menos frecuentes que los materiales, pero sus consecuencias son más graves, lo que implica una mayor cuantía en las indemnizaciones. En estos casos las aseguradoras pagan 3.200 euros de media a los perjudicados por el ataque del animal. Una cuantía nada despreciable si tuvieran que pagarla sus dueños de sus bolsillos.